¿Qué distingue a una universidad abierta de una a distancia?

¿Qué debo estudiar cuando llegue el momento de seguir una carrera? es una de las preguntas que pueden surgir. Dedicaremos un tiempo a hablar de esto, ya que existen sistemas de enseñanza presenciales (aquellos con los que estamos más familiarizados o que nos vienen inmediatamente a la mente cuando asistimos a clases en una institución física) y sistemas de enseñanza a distancia. 

¿Conoce las diferencias entre un sistema universitario presencial o a distancia?

Contrariamente a la creencia popular, en realidad no hay muchas diferencias, y es esto lo que puede causarle confusión. En la educación a distancia es posible utilizar técnicas y estrategias de aprendizaje innovadoras porque no es necesario que los estudiantes se desplacen físicamente al lugar de estudio y pueden obtener los materiales del curso personalmente, por correo o por vía electrónica.

Por otro lado, la universidad abierta es un método de formación que utiliza recursos educativos gratuitos y abiertos para apoyar la enseñanza y el aprendizaje con el fin de obtener nueva información y habilidades (materiales, licencias, libros de texto, software, etc.).

En este sistema, a diferencia de la modalidad a distancia, se suele exigir acudir a un lugar físico todos los días y a una hora determinada (que no es todos los días y durante unas horas). Además, los exámenes se entregan físicamente.

Similitudes

El objetivo principal de ambos modelos es satisfacer la demanda de educación ofreciendo un plan de estudios flexible y poco convencional.

Estos modelos se centran principalmente en los estudiantes porque son ellos quienes organizan y deciden su ritmo de estudio y tienen libertad para elegir el horario que mejor se adapte a sus necesidades. Los estudiantes son los que gestionan su proceso de aprendizaje en función de su estilo de vida e incluso de sus compromisos laborales, según el caso.

Por otro lado, reciben una excelente ayuda de sus profesores, que apoyan el desarrollo de las habilidades y destrezas de los estudiantes utilizando la tecnología y otros recursos.

Para quienes les resulta difícil asistir a la escuela en persona o durante un periodo prolongado de tiempo, son una oportunidad fantástica.

Debido al estrecho contacto entre alumno y profesor, el aprendizaje colaborativo, el asesoramiento personalizado y la supervisión individual, aunque resulte difícil de creer, fomenta más la comunicación y el aprendizaje personalizado que en un aula.

Con frecuencia creemos que prepararse profesionalmente supone un importante compromiso económico, pero esto no es así en este tipo de modalidad educativa, ya que puede completar sus estudios por un precio razonable.

¿Por qué es importante ir a la universidad?

¿No está seguro de querer cursar estudios superiores? ¿Qué le impide alcanzar mayores objetivos académicos? Descubra por qué es vital estudiar la universidad y determine si la relación esfuerzo/recompensa es equilibrada.

¿Qué valor tiene estudiar?

Es fundamental que piense detenidamente qué quiere estudiar y dónde quiere ir a la universidad porque estas decisiones marcarán el rumbo de un futuro que, aunque ahora le parezca lejano, llegará antes de lo que cree y para el que pronto conocerá los trámites de admisión.

Para tener éxito profesional, tenga en cuenta que sus motivos para estudiar deben ir más allá de las consideraciones económicas. Para ello, debe tener claro cómo encaja su carrera académica con sus objetivos personales. Puede tomar decisiones más sabias para ello reflexionando sobre sus actos.

Obtener un título universitario puede ayudarle a tener una mayor seguridad en su futuro y aprovechar oportunidades profesionales y personales que desconocía. Sin embargo, la admisión es un proceso difícil. 

Una educación universitaria puede darle más seguridad sobre el futuro y permitirle aprovechar oportunidades profesionales y personales de las que antes no era consciente. Sin embargo, la admisión es un proceso difícil. 

Ventajas de la formación universitaria

Es normal que tenga dudas porque puede que no esté tan motivado como cree que debería, que ninguna carrera le interese o que simplemente esté pensando en el tiempo y el dinero que invertirá en su futuro. Sin embargo, estamos seguros de que estudiar es la mejor inversión que puede hacer, y a continuación le explicamos por qué.

Acceso a un mejor empleo

No hay duda de que es importante, aunque no sea el factor principal que deba tener en cuenta. Al fin y al cabo, un mejor empleo se traducirá inevitablemente en una mejor remuneración, lo cual puede conducir a la larga a una mayor calidad de vida.

Amplíe su perspectiva

Sus intereses aumentarán a raíz de sus estudios y a medida que aprenda más, lo que le permitirá entender el mundo de nuevas maneras e incluso ver un mismo acontecimiento desde varios ángulos. Incluso hay profesiones que le permiten internacionalizarse y trabajar donde quiera.

Aprenda responsabilidad y disciplina

La universidad es una etapa en la que desarrollará su autonomía como estudiante y como persona, aunque ya haya ido al colegio y conozca la dinámica. Esto es especialmente cierto si tiene que irse a vivir fuera de casa, porque se le exigirá que tome el control absoluto de sí mismo y acepte toda la responsabilidad de sus actos.

Factores que influyen en el aprendizaje

En nuestra época, el conocimiento avanza a un ritmo vertiginoso y el aprendizaje no se limita a un periodo o etapa de la vida. Por ello, cuando se habla de aprendizaje, es importante recordar que las personas humanas aprenden y comprenden el mundo en función de las propias experiencias y del contexto en el que crecen. Hay una gran variedad de factores que influyen en el aprendizaje y su progresión, sobre todo cuando se trata de características académicas o de los estudiantes.

Fisiológicos

La edad, el estado de salud, el sistema neurológico, el nivel de ansiedad o estrés y los tiempos de reacción son todos factores. Se debe tomar en cuenta el contexto del alumno, como la ansiedad, la falta de alimentación adecuada o un cambio en su patrón de aprendizaje, por ejemplo, podrían alterar su concentración en clase. Algunas personas estudian mejor por la mañana, mientras que otras aprenden mejor por la tarde o por la noche.

Socioafectivos

Tienen que ver con los sentimientos, las emociones y las interacciones interpersonales. Al momento de crear las acciones y experiencias de aprendizaje, es fundamental comprender las configuraciones específicas de aprendizaje de los alumnos para planificar adecuadamente las acciones que construyen su intelecto, ya que estos factores pueden determinar el éxito o el fracaso.

Contextuales o ambientales

Esto se relaciona con el espacio, el tiempo, las interacciones humanas, la naturaleza y el entorno. Como hay muchos estilos de aprendizaje diferentes, es fundamental observar cómo aprenden los alumnos para que puedan desarrollar los suyos y descubrir otros nuevos. Cuando se fomenta el trabajo en equipo, por ejemplo, es importante incluir a alumnos con diversos estilos de aprendizaje.

Cognitivos

Tienen que ver con los hemisferios cerebrales. Para obtener un aprendizaje más completo, es beneficioso crear experiencias de aprendizaje que activen y potencien ambos hemisferios de forma equilibrada.

En otras palabras, "evaluar todo y retener lo bueno" nos permite evaluar, reflexionar y comprender mejor cada escenario que se nos presenta, no sólo como educadores cristianos sino también como seres individuales en misión.

El valor de las acciones

Todos tenemos experiencias que nos hacen más fríos y cuidadosos en nuestros actos a lo largo del tiempo; quien afirme que las personas no cambian es incorrecto; sin embargo, el proceso de cambio del ser humano no ocurre de la noche a la mañana; ocurre gradualmente.

Pero, más que un cambio, el ser humano crece; en este complicado viaje por la vida, volverse frígido no es una derrota; más bien, es un simple mecanismo de defensa, una forma de lidiar con las complejidades de la vida cotidiana.

Un corazón frío ha aprendido muchas cosas. Debe comprender que las cosas no siempre salen como se planean, que hay que tomar las cosas como son y actuar en consecuencia, que la vida no siempre es justa y que las personas no siempre son tan leales como uno espera que lo sean.

Cada decepción, cada vacío que ha sentido ha disparado estas alarmas de frivolidad. Lo que se desvanece en su interior vuelve de vez en cuando a la realidad, pero también activa un sistema de protección que le hace valorar lo que queda y lo que va dentro de usted.

Por último, lo crea o no, los cambios no son negativos ya que le permiten crecer, ganar en dignidad y formar parte del proceso que debe atravesar en cada experiencia.

Como resultado de El valor de la acción, la gente aprenderá a valorar lo que eras antes de que su corazón se enfriará.